• 1
    Vístete para sentirte bien

    Si no tienes la menor idea de cómo empezar a amar tu cuerpo, haz un cambio sencillo: ponte lo que te hace sentir bien. Si te resulta incómodo de alguna manera, olvídalo. Si te resulta suave y cálido, o bien ajustado y te da apoyo (lo que quieras sentir), ese es tu atuendo.

  • 2
    Prueba un poco de atención plena

    A veces te sentirás mal con tu cuerpo, pero el truco está en ser consciente, y ser consciente consiste en no juzgar. Observa ese pensamiento, acepta el hecho de que haya entrado en tu cabeza y sigue adelante. El hecho de que pienses algo, no siempre lo convierte en verdad.

  • 3
    Ejercítate con alegría

    ¿Has leído un montón de artículos sobre cómo quemar calorías? ¿Vas a una clase en la que el instructor grita que hay que tonificarse y quemar grasa? ¡Es hora de cambiar! Mueve tu cuerpo de forma que te sientas bien. Quizá después de una reunión estresante, una clase de boxeo de alto impacto o correr te ayuden a desestresarte, o quizá lo que realmente desees sea una sesión de yoga relajante o un paseo: sintoniza con tu cuerpo y haz lo que te pida.

  • 4
    Nútrete con alimentos

    Del mismo modo, come de forma intuitiva. Pregúntate a ti misma, ¿qué es lo que realmente me gustaría saborear ahora mismo, qué hará que mi cuerpo se sienta bien y le dará la energía que necesita para lo que tengo planeado hoy? Nútrelo con alimentos satisfactorios, frescos y sabrosos.

  • 5
    Anula el lenguaje corporal negativo

    Una vez que sintonices, puede que te sorprendas de la frecuencia con que haces comentarios negativos sobre tu aspecto. Por un lado, te preguntas cómo amar tu cuerpo, por otro, te miras al espejo y dices: “Tengo ojeras”. Toma la decisión de no comprometerte con esos pensamientos. En lugar de eso, dirige tu atención a lo que tu cuerpo está haciendo por ti ese día.

  • 6
    Elogia las acciones, no el aspecto

    Es común decirle a un amigo o a tus hijos ‘¡Te ves muy bien con esa ropa!’, pero pasa de elogiar la apariencia a elogiar los logros. Dile a tu hijo ‘¡Qué rápido corriste!’ o a tu amiga ‘Sí que sabes escuchar’. Se trata de dejar de valorarnos por nuestra apariencia. Si buscas respuestas sobre cómo aceptar mi cuerpo, este es un paso esencial.

  • 7
    Ten paciencia

    La sociedad puede condicionarnos a ser autocríticos y a considerar nuestro aspecto más importante de lo que realmente es. Piensa en lo que te gusta de tus amistades. Lo más probable es que en la lista no aparezca su cabello, su piel o su talla, sino su humor, su calidez y su energía. Puede llevar tiempo desarrollar esta mentalidad, pero es una revelación cuando lo haces.



Artículos relacionados