Si has pasado años intentando averiguar cómo aprender a amar tu cuerpo, puede que te alegre descubrir que, en realidad, averiguar esto no es necesario. Un enfoque más factible es reconocer lo que tu cuerpo hace, en lugar de centrarte en cómo se ve. Esta es la forma de apreciar tu cuerpo: respetando sus capacidades en lugar de fijarte en sus supuestos defectos y escuchando sus necesidades en lugar de intentar que luzca lo mejor posible. Todos tendremos días en los que nuestro cuerpo no sea “perfecto”, tal vez tengamos problemas de movilidad o dolor, por lo que amar nuestro cuerpo todo el tiempo no siempre es realista. Aquí tienes siete formas de lograr la aceptación del cuerpo…