• 1
    Ten cuidado con los comentarios casuales

    Reflexioná sobre cómo hablás de tu cuerpo y lo criticás delante de tu hija. Si a menudo decís cosas como: “¿Te parece que estos jeans me hacen ver gorda?”, “Tengo que hacer algo con estos rollitos” u “Hoy tengo horrible el pelo”, es hora de eliminar los comentarios negativos

  • 2
    Sé amable con vos misma

    Sonreí al verte al espejo y concentrate cada día en al menos una cosa que te guste de vos y de tu apariencia

  • 3
    Adoptá una actitud positiva

    Empezá a decir cosas positivas sobre tu cuerpo y tu personalidad en voz alta. Cuanto más lo digas, más probable es que lo creas

  • 4
    Escribite un mensaje

    Escribí mensajes positivos en notas autoadhesivas sobre tu apariencia y sobre cómo te gustaría sentirte, y pegalas en distintas partes de tu casa. Mensajes como “Hola, hermosa” o “Eres perfecta tal como eres” son un gran recordatorio para ti y para tu hija