• 1
    Apoyá su elección de actividades

    Mientras sea algo que disfrute, seguile la corriente

  • 2
    Prueben nuevas actividades juntas

    Encontrar ejercicios que ambas disfruten puede ser una buena manera de pasar más tiempo de calidad juntos

  • 3
    Vuélvanla una actividad social

    Hacer algún deporte o ir a una clase de gimnasia con amigos va a implicar que tu hija  se va a beneficiar tanto social como físicamente. En general, hacer ejercicio con sus amistades es más divertido y nos impulsa a continuar

  • 4
    Explicale que el ejercicio nos fortalece de muchas maneras

    Si tu hija muestra gran interés por un deporte o un atleta en particular, hablale sobre sus fortalezas. Quienes se dedican al atletismo tienen fuerza mental, autodisciplina, determinación y habilidades de liderazgo, además de estar en la cima de la aptitud física para practicar su deporte

  • 5
    Mantené a tu hija enfocada en cómo se siente, no en cómo se ve

    Aspirar a tener un cuerpo “de portada de revista” o como el de una atleta de élite no es ni realista ni útil. Si tu hija comienza a criticar su cuerpo, recordale que el objetivo es mantenerse saludable y que su cuerpo haga el trabajo que le está pidiendo que haga