Todo empieza con una niña
La belleza. Una pequeña palabra
que llega a los oídos de una niña
y que, de repente se convierte en un gran problema.
Pero, ¿qué pasaría si un gran problema se encontrara con un gran cambio?
¿Qué pasaría si eleváramos la autoestima de una niña
y después la de 250 millones más?
¿Y si la belleza dejara de ser una palabra desagradable,
utilizada para discriminar, distorsionar y desilusionar
y se convirtiera en un verbo? Una acción.
¿Algo que redefinimos, adaptamos y revalorizamos?
Si la belleza cree en la igualdad,
si la belleza apoya la sostenibilidad,
si nuestra belleza no está prohibida,
entonces luchemos por mantener nuestro compromiso.
Y si la belleza aspira a brindar alegría a las generaciones futuras,
entonces esa niña no puede cambiar para adaptarse al mundo.
El mundo debe cambiar para adaptarse a ella.
Creemos en la belleza, pero no podemos cambiarla solos
y ella tampoco puede.
Únete. Cambiemos la belleza.