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Lavado frecuente.
Te entendemos. Si el agua hidrata, ¿por qué lavar las manos a menudo provoca resequedad? Como todo en la vida, la moderación es clave. Los lavados constantes pueden enjuagar los aceites naturales de la piel, lo que provoca deshidratación y resequedad en las manos. Por ello, es importante usar un jabón para manos con una fórmula hidratante. Así, tu piel puede mantener su humectación natural y estar suave, tersa y sedosa.