• 1        

    Mantente fresca en la ducha.

    A muchas nos gusta una ducha caliente, pero encontrar la temperatura perfecta es el primer paso para una gran limpieza corporal. El calor ayuda a sacar los aceites naturales de tus poros, dejando tu piel saludable y limpia. Sin embargo, mucho calor puede secar tu piel, así que lo ideal es bajar un poco la temperatura, para que el agua aún sea caliente y relajante, pero más amable con tu piel

  • 2
    Usa lo adecuado para tu limpieza.

    ¿Cuál es el mejor exfoliante corporal? ¿Una esponja, una esponja de lufa, guantes exfoliantes o tus manos? Las esponjas, guantes y esponjas de lufa no siempre se secan de manera apropiada haciendo que en ellas se desarrollen bacterias. Por lo tanto no son ideales para una limpieza profunda. Haz que tu piel se mantenga bien y feliz reemplazándolas más seguido, o usando mejor tus manos

  • 3
    Salta de la ducha más pronto.

    Podrías pensar que una limpieza corporal profunda consiste en tomar un baño largo, pero una ducha solo debería tomar entre 5 y 10 minutos. Las duchas largas pueden reducir la humectación de tu piel, dejándola seca e irritada. Toma una ducha rápida y tu piel brillará

  • 4
    Conoce cómo exfoliar a profundidad.

    Una limpieza profunda significa asegurarte de que nada impida que tu piel tenga un brillo natural. Un exfoliante natural suave ayuda a remover las células viejas de la piel, pero si no se usa apropiadamente, no hará este trabajo. Masajea ligeramente (nada de exfoliar enérgicamente) tu piel con movimientos circulares utilizando uno de los productos exfoliantes de nuestra gama de exfoliantes corporales para un acabado suave y radiante

  • 5
    Limpia hasta las áreas más pequeñas.

    Cuando tienes prisa, es fácil olvidarte de las áreas que 

    necesitan una limpieza más profunda. Cuidar cada pulgada de tu cuerpo te hará sentirte completamente fresca, en especial en aquellas áreas pequeñas como las axilas (que contienen mayor sudor y aceites corporales)

  • 6
    Termina con un vapor facial.

    ¿El perfecto acabado para tu nueva rutina de ducha? Limpiar tu cara. Una ducha de vapor no solo te ayudará a destapar los poros de tu cuerpo; también hará maravillas para aflojar los aceites y el sebo de la piel de tu cara. Simplemente retíralos con un lavado como paso final para una piel hermosamente clara y luminosa, de la cabeza a los pies