Palabras de Annie
Para muchas personas, cuando piensan sobre el movimiento de positividad corporal, la ‘discapacidad’ no es algo que viene rápidamente a la mente, ni tampoco la cultura y el orgullo de la discapacidad, en una sociedad abiertamente capacitista. Ciertos entornos y frases positivas en general se apoyan en la salud como una razón para amar nuestros cuerpos. Me encuentro con declaraciones como: “¡Ama tu cuerpo! Trabaja tan duro, llenando tus pulmones, manteniendo el ritmo de tu corazón, tienes piernas para correr y brazos para abrazar…”. Siempre pienso: “Y si no tuviéramos todo eso... ¿deberíamos NO amar a nuestros cuerpos?” Cosas como esas nos recuerdan de cómo no se considera a menudo la discapacidad y se elimina activamente de los espacios sobre positividad corporal.

El capacitismo, como muchas otras formas de opresión, se fortalece a través de los ideales de belleza masivamente indiscutidos y la representación convencional. Las discapacidades visiblemente evidentes, ya sea usuarios de dispositivos de movilidad, amputados, personas con cicatrices, diferencias faciales o en la piel y desfiguraciones, son consistentemente subrepresentadas, mal representadas y marginadas como bichos raros o villanos.
En los años que pasé en recuperación por trastorno alimenticio y trastorno dismórfico corporal, aprendí sobre capacitismo y gordofobia (oposición a los gordos) y entendí que eran injusticias que me permitieron dejar de odiar mi cuerpo. Algo que me di cuenta que era real es que tener conciencia de la injusticia social nos puede ayudar a sanar la relación con nuestros cuerpos, que también ayuda a sanar nuestros prejuicios hacia los demás'.
Cuando estaba realizando ‘Stop Hating Your Body’, mi blog enfocado en la imagen corporal y recuperación, me introduje en la comunidad de personas con discapacidad en línea. Quedaba bastante claro que la comunidad necesitaba, y aún necesita, ser incluida y representada en espacios de positividad corporal.

Entonces, cuando comencé a usar silla de ruedas a los 23 años, ya me habían presentado varias imágenes de jóvenes usando sillas de ruedas, bastones y otros dispositivos de movilidad. La representación limitada de los usuarios de dispositivos de movilidad en línea me permitió entender en mayor profundidad lo que realmente significa la diversidad corporal. Y luego de un muy breve momento de dolor e inseguridad sobre mi cuerpo, me di cuenta rápidamente de que quería ser la representación que yo necesitaba. Quería llevar la frente en alto y ser visible con la esperanza de que alguien que experimentara esos mismos sentimientos pudiera sentirlos por un momento como yo, y aceptara su identidad como persona con discapacidad con firme orgullo.
Debido a que el capacitismo está tan profundamente arraigado en la sociedad, para muchas personas es algo muy difícil de deconstruir; para quitarse el miedo y la pena y comenzar a celebrar la diversidad y ver a los demás como iguales. Solo he rascado la superficie al dialogar sobre la discapacidad y la positividad corporal. Pero espero que cuanto más conversaciones tengamos, abramos nuestras mentes para aprender y desaprender y nos pongamos en acción, más cerca estaremos de la equidad y la igualdad.