Romina Di Bartolomeo
Modelo
Durante mi niñez, como la mayoría de las niñas afro uruguayas, odiaba mi pelo. Lo empecé a alisar con 10 años, hasta el 2015 que decidí dejar de hacerlo.
Vengo de una familia de candombe, me crié en Buceo que tiene una presencia afro interesante. Lo tenía muy naturalizado, pero cuando hice la transición de dejarme las motas empecé a investigar, y hacer un trabajo interior.
Cuando dejé de alisarme el pelo, me vi al espejo y no solo empecé a aceptar mi pelo afro sino que me reconocí a mi misma. Redescubrí mi identidad.
Luego de ese proceso estoy aún más segura de mí misma y de lo que soy, pero también consciente de lo que significa ser una mujer afrouruguaya en este mundo y desde mi lugar trato de combatir la desigualdad y generar conciencia.